Dorothy Parker y el aburrimiento

Dorothy Parker (1893- 1967) fue una artista estadounidense conocida por sus relatos, poemas, obras teatrales y guiones.

Siendo muy niña, a los cinco años, Dorothy perdió a su madre, a los veinte perdió también a su padre, con el que parece que tenía una relación conflictiva, al igual que con su madrastra. Al verse sola desde tan joven, tuvo que buscarse la vida. Entre otros trabajos, tocó el piano en una escuela de baile. Aunque en 1914 ya logró vender un poema a la revista Vanity Fair y, al poco, fue contratada como asistente editorial en Vogue. A partir de aquí, su deslumbrante talento hizo que fuera derribando puerta tras puerta como si se tratara de un castillo de naipes. A los 32 años era una celebridad que hizo historia en el mundo editorial; su primer libro de poemas, «Enough rope», logró ser un best seller.

Dot, como le decían sus amigos, destacaba por su ironía, por su cáustico ingenio a la hora de captar el lado oscuro de la vida urbana y de la vida en general. Era además valiente, subversiva, se atrevió a tratar temas como la discriminación racial, los efectos de la guerra en el matrimonio, escribía sobre el aborto cuando no se podía utilizar esa palabra, también sobre las adicciones químicas y las emocionales. Al morir, legó todo su patrimonio a la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) que lideraba el reverendo Martin Luther King Jr.

Dot proyectaba hacia fuera una imagen alegre y frívola que parecía convivir con una tensión y un desasosiego interno; intentó quitarse la vida hasta en cuatro ocasiones. Finalmente, murió en 1967 en una habitación de hotel, estaba acompañada por su perro y una botella de whisky. En su tumba había ordenado poner, “Excuse my dust” (Perdonen el polvo).

“El aburrimiento se cura con curiosidad, la curiosidad no se cura con nada”, esta genialidad suya parece un autorretrato. Ni los lectores, ni el éxito, ni el dinero, ni nada, fueron capaces de llenar el hueco de una curiosidad insaciable, quizás también de una insatisfacción infinita.

Desde que conocí a Dot ha sido una referencia, por su obra y por su modo de afrontar una vida que no parece que fuera fácil. También por el modo valiente y mordaz de abordar algunas emociones en el momento en que lo hizo.

El aburrimiento es un sentimiento con un potencial transformador enorme. Hace aproximarse a puertas «peligrosas«, incluso empuja a abrirlas; más aún, lleva a inventarlas si no existen. Alimenta la creatividad, la rebeldía, incluso la subversión. El aburrimiento se puede prevenir con el entretenimiento, se ha avanzado en este sentido, el imperio romano solo disponía de “pan y circo” para que la gente permaneciera entretenida, hoy tenemos recursos para estar entretenidos en todo momento y lugar.

El aburrimiento también se puede curar; la medicina, como decía Dot, se llama curiosidad. Aunque esta deja efectos secundarios que no tienen cura. Y entonces no queda otra que vivir con las posibilidades que aparecen tras las puertas que la curiosidad va abriendo, y también con los peligros.

Texto de Fernando Santiago

El aburrimiento se cura con curiosidad,
la curiosidad no se cura con nada.

Dorothy Parker